La Silla de Familia --- The Family Chair

Recurso espiritual de compartir: el consuelo y paz de Dios

Tengo un recordatorio dulce de ternura de Dios y todo-presencia que me gustaría compartir con ustedes.

Cuando mi más joven (Gabe) era un niño y bebía su leche, mi más viejo (Micah) tenía tres años. Cuando esto vino el tiempo para una alimentación, Micah y yo nos sentaríamos en una silla de gran tamaño cuando sostuve a Gabe. Mi hijo mayor se sentó silenciosamente y sostuvo los pies de su hermano y hablaríamos. A veces éramos tranquilos. La silla consiguió ser conocida como la Silla de Familia..

La tranquilidad y la satisfacción entonces me recuerdan de las mismas calidades espirituales que están disponibles a cada uno de nosotros cuando rezamos.

Cuando rezamos, nos sentamos en un espacio con el cuarto en el pensamiento para cada uno amamos. Estamos en las armas de Amor. Somos seguros. Escuchamos y aprendemos de paz de Dios, gracia y permanencia. Aprendemos que Dios es Todo. Confiadamente recibimos aquel alimento de Dios que nos refuerza y hace que nosotros crezcamos. A veces nos hablamos a Dios. A veces somos tranquilos y sólo escuchamos. Somos colocados y en nuestro lugar derecho.

'Tome de nosotros ahora la tensión y la tensión, y deje a nuestras vidas pedidas admitir la belleza de Su paz.' - John Greenleaf Whittier

English version.........................................................................................

Spiritual resource to share: God's comfort

I have a sweet reminder of God's tenderness and ever-presence that I would like to share with you.

When my youngest (Gabe) was an infant and still nursing, my oldest (Micah) was three. When it came time for a feeding, Micah and I would sit on an oversized chair as I held Gabe. My older son would sit quietly and hold his brother's feet and we would talk. Sometimes we would just be quiet. The chair got to be known as the Family Chair.

The quietness and nourishment being given at that time stays with me. I see in it the same spiritual qualities that are available to each of us when we pray.


When we pray, we sit in a space with room in thought for everyone we love. We are in the arms of Love. We are safe. We listen and learn of God's peace, grace and permanence. We learn that God is All. We trustingly receive that nourishment from God that strengthens us and causes us to grow. Sometimes we talk to God. Sometimes we are quiet and just listen. We are settled and in our right place.  God is holding our feet.




"Take from us now the strain and stress, and let our ordered lives confess the beauty of Thy peace." - John Greenleaf Whittier




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